La verdad és que el concepto merece la pena darle una oportunidad. És verdad que a veces aparecen como abusivos, injustificados, y muchas otras aparecen como setas y no sabes muy bien donde te van a llevar. Probablemente adolecen de su mayor virtud y és que són de fácil uso y de fácil creación con lo cual pues no cuesta nada ponerlo sin tener en cuenta ni su ubicación gráfica, ni su idoneidad en su contexto.
Nosotros los hemos abrazado como ese hijo que se escapa de casa y luego vuelve arrepentido y dispuesto a cambiar. Le hemos dado la posibilidad de costumizarlo y darle un aspecto que pueda ser algo más integrado con la gráfica que tenga a su alrededor. Le hemos dado la posibilidad de incrustar información en su interior para que la gente sepa exactamente donde lleva el link, le hemos dado la posibilidad de que el link sea geoposicionamiento, datos wifi... Pero aún así esto no resuelve un problema endémico del codigo. Tiene que tener un sentido práctico. ¿Y lo tiene?
Pues sí. Aquí van unas cuantas ideas que me parecen interesantes.
o estas otras.
Creo que como en toda herramienta la podemos aprovechar para incrementar nuestra propuesta de interacción movil con el usuario y a la vez integrarla en acciones de marketing (p.e. en gamificación) y se hace con sentido el codigo QR puede tener su espacio.
Ahora mismo decrece su popularidad y parece haber hartado a mucha gente. Puede que a partir de ahora cobre su verdadero valor aunque con el tiempo le han salido dos competidores. Y uno por cada cara de la moneda. Por un lado, facilitando más su uso, vemos como los codigos NFC se adueñan de los moviles.Y por el lado de la interacción la realidad aumentada empieza a copar los tablets.
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