3 d’ag. 2011

auditori

Hay libros que exigen de todo el equipo sacar lo mejor, exprimir las opciones, reinventar procesos y porque no decirlo, esperar que la suerte te sonría.
Esta és, a grandes trazos lo que ha sido la producción del libro del Auditori.

Ha sido un largo proceso donde hemos podido comprobar que cuando se trabaja en grupo, cuando hay complicidad entre diseñador y imprenta el producto final SIEMPRE sale ganando. Y la verdad és que nos sentimos muy orgullosos de como se ha producido el libro. Paso a paso, comprobando todas las posibles incidencias en un libro tan complejo.
Quim Serra ideó un tipo de libro, que al menos nosotros, no habíamos hecho nunca,  ni habíamos visto ningún ejemplar para basarnos en el momento de hacer la planificación de la producción. Fuimos un poco a ciegas. Pero como que ya estamos acostumbrados a este tipo de encargos que se salen de lo habitual, fuimos como siempre. Anticipando los posibles errores, haciendo equipo con toda la gente que participaba, aportando ideas, pensando mucho antes de hacer cualquier paso.
Si bien sufrimos algo, és más cierto que aprendimos mucho. Aprendimos de Quim. De su manera de entender el objeto. Aprendimos del encuadernado. Aprendimos como siempre que emprendemos aventuras como estas y és por ello que nos gusta lo que hacemos. Porque hay gente que le gusta hacer cosas diferentes.

Quim con Preimpresión.
Las muchisimas horas dedicadas a la preimpresión luego se vieron recompensadas mil veces.






En impresión pocas sorpresas.
Ya tenemos bastante experiencia con estos tipos de papeles.














La encuadernación se llevó gran parte de nuestros esfuerzos.















La serigrafia en la cubierta también tuvo su miga y hacer mil y una pruebas nos hizo ver otra vez que hasta en serigrafia la porosidad del material tiene su incidencia.



Cuando uno tiene el ejemplar en las manos y le reconocen el trabajo bien hecho tiene una sensación de estar aportando a la sociedad algo más que trabajo.